La ciudad de Alicante ha sorteado con pocos daños materiales, y sobre todo sin heridos, una de sus peores trombas de agua de los últimos 80 años, ocurrida el lunes con cerca de 140 litros por metro cuadrado, la mayoría en un par de horas al acabar la jornada. El alcalde, Gabriel Echávarri, informó ayer de un primer balance de las lluvias torrenciales, las terceras más copiosas desde 1934 -después de las de 1997 (271 litros) y 1982 (220 litros)-, que provocaron inundaciones en diversas zonas de la ciudad y obligaron al rescate de una veintena de personas que habían quedado atrapadas en el interior de sus vehículos dentro de balsas de agua. Los bomberos efectuaron 221 intervenciones, entre ellas 20 rescates de personas en coches y en locales, la mayoría por bajos inundados, y para la retirada de tapas de alcantarilla y por caídas de árboles.

Echávarri valoró que no se tenga constancia de herido alguno por las lluvias y manifestó que los daños materiales se produjeron, principalmente, en el mobiliario de playas, como las pasarelas (recientemente colocadas), y en la pérdida de arena.

Cinco centros suspendieron ayer las clases y se registraron inundaciones en dos urbanizaciones de la playa de San Juan, concretamente las situadas a la altura de los números 32 y 35 de la avenida de Niza debido a que se encuentran por debajo del nivel del mar, lo que dificulta sobremanera la extracción del agua.