"En ningún momento ella dijo no, en ningún momento se negó, en ningún momento ella se sintió incómoda". Estas palabras son de José Ángel P., alias 'el Prenda'. Lo dijo en el 2016 ante el juez que le investigó a él y a otros cuatro miembros de la Manada, entre ellos un guardia civil y un militar, por la supuesta violación de la joven madrileña en las fiestas de San Fermín del 2016. Este miércoles ha sido el primero de los acusados en declarar en el juicio que se celebra en la Audiencia de Navarra y ha seguido el mismo guión, negando que la chica se hubiera resistido a mantener sexo con ellos en el portal de una casa. Sin embargo, ha admitido que en ningún momento la mujer expresó verbalmente su consentimiento a tener sexo con la pandilla. Una de las defensa han explicado que el investigado creyó que la joven estaba conforme porque "gimió".

Ante el Palacio de Justicia de Pamplona se han concentrado unas 500 personas para reclamar justicia y denunciar las agresiones machistas. En grupo coreo lemas como "Yo sí te creo" y "venimos en manada, no estás sola". Esto ha obligado al tribunal a suspender temporalmente la declaración de los acusados por el ruido que ha generando.

La fiscala del caso ha realizado un interrogatorio muy minucioso ("puntilloso", en palabras de un abogado defensor) que ha abarcado desde el día en que los jóvenes llegaron de Sevilla para pasar los Sanfermines hasta que fueron detenidos tras la presunta agresión sexual de la muchacha. El Prenda ha repetido una y otra vez que la joven no se resistió ni a entrar en el portal de la casa. Ya lo dijo en el 2016 cuando declaró voluntariamente. "Ella estaba tan metida en buscar sitio como nosotros. Entró [en el portal] por su propio pie. En silencio estábamos todos por los vecinos y ella era la primera que estaba mandando callar", afirmó en su declaración ante el juez instructor.

"Cada uno nos poníamos delante y ella agarraba al que quería en ese momento", explicó el Prenda con todo lujo de detalles, para después añadir: "Se mostró cómoda con nosotros. No sé el motivo que le ha llevado a denunciar, ni con qué intención lo ha hecho", insistió el procesado. Otros acusados precisaron que igual la chica se enfadó porque la habían dejado sola. Pero lo cierto es que una pareja se encontró con la joven llorando en un banco.

Agresión a una novia

Todos los acusados alegarán que en ningún momento obligaron ese 7 de julio a la joven madrileña a entrar en el portal de una casa en la calle Paulino Casbello de Plamplona, ni a tener sexo con ellos. En ese edificio, según la fiscalía, el grupo la condujo al segundo piso y en un pasillo sin salida que da acceso a los cuartos de servicio de agua y luz la agredieron sexualmente. Uno de ellos llegó a decir en su declaración voluntaria del 2016 que cómo se le podía atribuir una violación si su novia había sido agredida sexualmente.

A pesar de sus manifestaciones exculpatorias, los cinco procesados continúan en prisión. Uno de sus abogados, el letrado Agustín Martínez Becerraus ha asegurado que en un principio está previsto que los investigados contesten a las preguntas del fiscal, de la acusación particular y de las defensas. No responderán, sin embargo, a las acusaciones populares ejercidas por el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno foral, al considerar que son "pseudo políticas". La defensa estima que no existen pruebas de que los procesados forzaran a la víctima.

La fiscalía

Esta versión, sin embargo, dista mucho de la mantenida por la fiscalía que, en su calificación, detalla con minuciosidad cómo los cinco miembros de 'la Manada' agredieron sexualmente a la mujer.

La fiscala Elena Sarasate solicita 22 años y 10 meses de prisión para cada uno de los investigados: 18 años por un delito continuado de agresión sexual y dos años y 10 meses por un delito contra la intimidad. Además, reclama 10 años de libertad vigilada tras el cumplimiento de la pena y la prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima durante 20 años.