Los acuíferos "están al límite" en amplias zonas de España, asegura tajante el coordinador del Observatorio de Políticas Públicas del Agua de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Francesc La Roca. La Roca explica que a medida que los ríos "agotan su capacidad de renovación en el ciclo hidrológico se ejerce una mayor presión sobre los acuíferos", que están al límite porque "se extraen más aguas subterráneas de las que se recarga".

Y esta situación, añade, tiene "efectos colaterales" como el deterioro de los ríos que no pueden mantener poblaciones piscícolas, su eutrofización al no ser capaces de depurar el agua por sus procesos naturales y la pérdida de otros usos como el abastecimiento de agua potable o el baño por la escasa calidad de los ríos por la contaminación.

Es preciso cambiar la "actual visión política del agua" en España sólo al servicio de la producción y el desarrollo económico a corto plazo, que "aún hoy" presta escasa atención a que la recuperación del buen estado de los ecosistemas acuáticos y la gestión sostenible del agua son necesarias para poder disponer de agua de calidad en el futuro.

Estos últimos son algunos de los aspectos que guían la Directiva Marco de Agua (DMA) comunitaria aprobada en el 2000 que fijaba la fecha de finalización de la planificación hidrográfica española el 31 de diciembre del 2009. El Gobierno dio luz verde a los dos últimos planes peninsulares el pasado 11 de julio.

Y, a pesar de ese retraso de casi cinco años, los 25 planes hidrográficos españoles prácticamente sólo han actualizado los existentes en 1998 y se han dejado de lado medidas para la protección, mejora y restauración de las aguas superficiales y subterráneas, se lamenta La Roca.