El Juzgado Penal 28 de Barcelona ha absuelto al 'casteller' que se enfrentaba a cinco años de cárcel por supuestos desórdenes públicos al "no resultar acreditado" que el acusado hubiese participado en los disturbios durante las manifestaciones contra el desalojo de la casa 'okupa' de Can Vies quemando contenedores.

En un auto de este miércoles, el juez tampoco considera probado que el acusado, Sergi Rubia, que estuvo en prisión preventiva 20 días, esa tarde del 28 de mayo pasado en las inmediaciones de la carretera de Sants "formase parte de un grupo organizado a fin de levantar barricadas que impidieran la acción policial" de las furgonetas de los antidisturbios de los Mossos.

La sentencia ha llegado solo un día después de que este martes se celebrase el juicio, en el que el acusado negó haber participado en los altercados; una versión que avalaron testigos en contra del relato de los dos agentes de la Guardia Urbana que lo detuvieron esa noche supuestamente después de que quemase un contenedor.

La Fiscalía pedía una pena de casi cinco años de prisión por daños y desórdenes públicos para el "casteller", el único de los más de 70 detenidos por los incidentes de Can Vies para quien el juez instructor decretó prisión incondicional.

Los dos guardias urbanos que le detuvieron aseguraron en el juicio que habían visto al joven acercar un contenedor a una pira ardiendo con el propósito de levantar una barricada que impidiera el paso a la policía, tras desmarcarse de un grupo organizado con el que estaba causando disturbios por las calles de Sants.

La versión de la policía quedó, sin embargo, en entredicho por el testimonio clave de un vecino con quien Sergi Rubia y su amigo estuvieron conversando hasta que la policía lo detuvo y que negó que el 'casteller' estuviera levantando barricadas e incluso que hubiera contenedores ardiendo en la calle.

Según su versión, mientras estaba charlando con el 'casteller' a las puertas de su casa, vio venir a un grupo de manifestantes corriendo delante de la policía, por lo que se despidió y subió a su piso. Desde el balcón del mismo, instantes después, vio que la Guardia Urbana le había detenido y se lo llevaba esposado.

El juez ha absuelto al joven en base a las "declaraciones verosímiles y creíbles" del vecino, que para el magistrado generan, "cuando menos, una duda razonable sobre la existencia de cualquier participación criminosa" del procesado en los hechos.

El 'casteller', por su parte, ha mantenido desde su primera declaración en instrucción la misma versión: que acudió a una cacerolada en protesta por el desalojo de Can Vies, pero al iniciarse los incidentes decidió irse a tomar unas cervezas en un bar.

Cuando se dirigía al metro para regresar a su casa, una vez cerrado el bar, se encontró con un grupo de manifestantes que corría delante de la policía y, en ese momento, fue detenido por dos agentes de paisano.