Al menos dos personas murieron y 68 resultaron heridas ayer por la violenta explosión de un camión cisterna con material inflamable en la autovía de la ciudad italiana de Bolonia (centro-norte), en una jornada negra para las carreteras del país. El accidente se produjo a primera hora de la tarde en una carretera a la altura del barrio boloñés de Borgo Panigale, muy cerca del aeropuerto, cuando el camión cisterna embistió por detrás a otro, según se aprecia en las imágenes de la Policía. La colisión dio lugar a una primera explosión que rápidamente envolvió en fuego al camión e, instantes después, se originó una violenta detonación que derribó parcialmente un paso elevado de la calzada y afectó a los coches de un concesionario cercano.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en esa ciudad explicaron que por el momento se verificaron dos víctimas mortales, pero advertían de que se trataba de un balance provisional que podría aumentar cuando avanzase la búsqueda. Los bomberos se limitaron a informar de que en el lugar se localizaron «víctimas» mortales, y algunos medios locales apuntaban a que los fallecidos podrían ascender a tres, si bien las autoridades no confirmaron esta información. Ayer el conductor del vehículo se consideraba desaparecido.

El virulento accidente, que afectó también a edificios de las inmediaciones, causó casi setenta heridos de diversa consideración, sobre todo a causa de las quemaduras, confirmaron fuentes del Servicio Sanitario Regional de Emilia Romagna (AUSL). De estos heridos, 50 fueron tratados como «código uno», es decir, que revisten gravedad. Muchas de estas personas tuvieron que ser alojadas en distintos hospitales de la región de Emilia Romagna, como el Maggiore de Bologna, o los de Cesena, Parma y Bazzano. Entre los heridos hay dos policías y once carabineros que estaban en el lugar regulando el tráfico debido a un incidente previo. Los bomberos divulgaron a través de sus redes sociales el momento en que se produjo este accidente, que pudo advertirse por toda la ciudad dada la intensa columna de fuego y humo negro que generó, ya que el camión transportaba gas licuado del petróleo. Muchos vehículos aparcados en un concesionario de las inmediaciones también estallaron y la deflagración destrozó las ventanas de los edificios cercanos, Los bomberos estudiaban los posibles daños en la estructura de los edificios colindantes.