George A. Romero, fallecido el pasado domingo a causa de un cáncer de pulmón, modernizó en 1968 el temario zombi en particular y el cine de terror en general con la independiente 'La noche de los muertos vivientes', filme de culto al que siguieron distintas, productivas e influyentes variaciones sobre el mismo tema hasta cerrar su filmografía en el 2009. Romero adaptó también a Stephen King y Edgar Allan Poe. Estas son cinco de sus más destacadas películas:

'LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES' (1968)

Hay en su trasfondo alegorías sociales, raciales y bélicas (Vietnam), pero es una película absolutamente disfrutable como género. El guión es de John A. Russo, quien participó en el 'remake' del filme realizado por Tom Savini en 1990 y se responsabilizó de la edición 30º aniversario de 'La noche de los muertos vivientes' con significativos cambios de montaje.

'ZOMBI' (1978)

Primera secuela, ahora en color y con algo más de medios. El 'gore' campa a sus anchas antes de que se convirtiera en una moda y, después, en parodia de sí mismo. El discurso político de Romero es aún más evidente: los zombies solo consumen carne y vísceras, completamente alienados, como antes representaban al consumismo de la sociedad capitalista.

'CREEPSHOW' (1982)

Fan tardío del género de terror más 'pulp', Romero realiza aquí un homenaje a los cómics de la editorial EC con cinco historias escritas por Stephen King y que encontrarían excelente adecuación en un cómic de Bernie Wrightson. Una atractiva antología de terror que pasa revista a distintos motivos argumentales, de criaturas monstruosas a cadáveres andantes.

'EL DÍA DE LOS MUERTOS' (1985)

Los escenarios angostos de un búnquer, los conflictos entre militares y científicos en su lucha por encontrar una cura a la pandemia, los zombis encadenados… Romero renueva su visión de los personajes en la más cruda y expeditiva de las películas de la serie. La protagonista, Lorie Cardille, obtuvo el premio a la mejor actriz en el festival de Sitges.

'LA MITAD OSCURA' (1993)

Adaptación de una novela de Stephen King sobre un célebre escritor (Timothy Hutton) que creó una especie de alter ego para desarrollar las historias ficticias de un asesino en serie. Convertido en autor de éxito, decide desenmascararse a sí mismo y explicar las razones de su seudónimo, pero este no es inmaterial, sino más real que el propio protagonista.