La Expiración puede que fuera ayer, y en toda la Semana Santa, el silencio más solidario que procesiona: con su Medalla de Oro de la Asociación Española Contra el cáncero con el cirio que lució ayer para recaudar fondos en pro de la lucha contra las enfermedades raras, con su extensa obra social al cabo del año... Capítulo aparte, Nuestra Señora del Rosario cumplía 40 años de su bendición, con un paso adornado con rosas de pitiminí en las jarras y con su corona de la coronación canónica, siendo una de las tres imágenes, junto a Los Dolores y Las Angustias, que procesionan en Semana Santa. En el paso del Cristo de la Expiración, se estrenaron faldones de terciopelo del bordador cordobés Antonio Villar, inspirados en motivos antiguos de la cofradía, además de un relicario de plata cincelada, (donado por el grupo joven de la cofradía) que contenía reliquias de los claretianos de Sigüenza y Barbastro recientemente beatificados.