A falta de la procesión del Resucitado, mañana, el Santo Sepulcro cerró anoche en carrera oficial unos Días Grandes de la Semana Santa que pasarán al recuerdo por su brillantez y el calor, tanto el meteorológico como el del pueblo de Córdoba. El cortejo del Santo Sepulcro, sin perder su gravedad, fue partícipe de este éxito. Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad estrenó un magnífico manto, ejecutado con la técnica del brocatel con un magnífico resultado. El vestidor fue Manuel Palomino González y de nuevo el equipo de Luis Miguel Carrión Curro llevó los pasos con el andar severo y grave que precisa el Santo Sepulcro y el cierre del Viernes Santo.