El Caído entró en carrera oficial tras escuchar una de las innumerables saetas que le dedicaron en la jornada del Jueves Santo. Mientras que el palio estuvo exornado con orquídea en rosa palo, paniculata y silvínium, el de Jesús Caído se mostró con alhelíes lilas y rosas violetas. El Caído lució la elegante túnica que diseñó el carmelita fray Juan Dobado y bordada por Francisco Pérez Artés. Detrás del paso, figuras del mundo de los toros. Entre ellos, Enrique Ponce y Rafael González Chiquilín , fieles a su cita anual. En pleno año de Santa Teresa y cumpliendo 250 años, El Caído recordó sus lazos carmelitanos portando una reliquia de la misma santa doctora de la Iglesia.