Un reencuentro con recuerdos de Madrugada a plena luz del día. Todo sabía a momento histórico para la hermandad de La Merced, la cofradía que inauguró la nueva carrera oficial del Lunes Santo, cuando cruzó la Puerta del Perdón camino de su entrada en el primer templo.

Y entre los reencuentros mercedarios de la jornada, el de Fray Ricardo (leyenda viva de la Semana Santa cordobesa y referente del impulso que tomó hace dos décadas) en la presidencia del cortejo penitencial, con la hermandad para la que diseñó el palio en los años 80. Justo en un año en donde el paso por la Catedral abre una nueva etapa en la Semana Santa (que es un homenaje a todas las anteriores) de la que ayer también participó Fray Ricardo. Eso sí, la hermandad, tras postrarse en el primer templo de la diócesis, ya no lo hizo como era tradicional en la Ermita del Colodro. Pero se le rindió un cariñoso tributo a sus monjas al pasar. Que no es cariño lo que le falta a La Merced. Si no, díganselo a su barrio de Levante.