El presente artículo fue remitido antes de la agresión que sufrió el manto de la Virgen. Se reproduce ya que su significado es quizá aún mayor ahora.Los numerosos preparativos que hemos desarrollado en la hermandad culminaron ayer, en el Miércoles Santo, cuando vemos recompensados nuestros esfuerzos al ver salir, con su gran dificultad y gracias a la pericia de Curro y sus costaleros, por la puerta de San Roque a nuestros Titulares que ocuparán el sitio que hemos pretendido darles en estos cuatro últimos cuatro años. Somos una cofradía joven y espero sinceramente que hayamos logrado que los cordobeses se detengan a contemplar a Nuestro Padre Jesús del Perdón, rodeado de sus acusadores, humillado pero resignado y paciente tras recibir una cruel bofetada, inmerecida. Me gustaría que hayan podido observar las figuras secundarias con atención y ver las distintas reacciones ante la agresión.Detrás, María Santísima del Rocío y Lágrimas, bellísima dolorosa que en su rostro refleja todo el dolor de una madre que siente como suyo el de su Hijo...En la salida de la iglesia estuvieron sus más entusiastas devotos, los mayores de la residencia San Juan de la Cruz, nuestra querida obra social, que desde sus sillas nos trasmitieron su emoción e incluso sus lágrimas. El cortejo de nazarenos discurrió por las calles en orden y sin perder la compostura, mostrando que somos una hermandad que poco a poco se va afianzando, buscando su identidad y deseo que consiguiéndola en los próximos años.