Peñista, miembro del colectivo vecinal, referente de asociaciones culturales y del teatro... y sobre todo cofrade, desde niño y con experiencia. De hecho, fue hermano fundador del Perdón. Pero quizá la mayor virtud del hermano mayor de La Conversión sea su capacidad de vivir, contagiar y dejarse contagiar, a partes iguales, por la pasión y el sentido común en todo lo que hace. El pasado jueves recogió la aprobación de los estatutos de la hermandad, que la convierte en la 40ª cofradía de penitencia de la ciudad.

-Lo primero: felicidades

-(Ríe) Gracias. Estamos en una nube.

-Me imagino que usted, el resto de los hermanos y también los barrios de Electromecánicas y Parque Azahara, ¿no?

-Es que todo es muy especial. Es el reconocimiento a muchos años, desde que hace 14 empezamos a trabajar con un grupo de alumnos del colegio Mirasierra. Hacíamos visitas para conocer el mundo cofrade, sin prisa pero sin parar, trabajando con la parroquia... Sí. Sobre todo eso: la parroquia. Catequesis, colaborando en todo. Y con el barrio. De hecho, fue el mismo barrio el que nos pidió que recuperásemos la celebración de la Virgen del Rosario, el germen de donde empezamos a trabajar. Creo que los actuales hermanos se darán cuenta con el tiempo de lo trascendental, de lo importante que hemos hecho, de cómo todo se ha ido desencadenando.

-La cuestión clave tras todo gran logro: Y ahora... ¿qué?

-Pues... A seguir a nuestro ritmo (ríe). Lo que más me han preguntado desde que se conoció la noticia de la aprobación es si vamos a ir a carrera oficial. ¡Pues claro! Es nuestro fin. Pero no una obsesión. Hay que ir cuando estemos preparados y con la dignidad que nos merecemos y se merece Córdoba. No hay prisa en ir a la carrera oficial aunque no pensemos en otra cosa, pero correr no es bueno. Yo digo que todo lo que sea correr en cofradías es tirar el dinero. Además, se puede generar frustración.

-¿Y mientras?

-Estamos terminando nuestro guión, el próximo año aumentamos el número de equipos, la primera fase de la Cruz de Guía, el ropón del pertiguero (ahí está el taller de bordado de nuestra hermandad)... Muchos, muchos proyectos e ilusiones. Y ahí está nuestro Sábado de Pasión, donde procesionaremos desde las 18 horas y nos postraremos ante el Santísimo en la iglesia de Santa Beatriz. Y por supuesto, queremos explicarle lo que somos y nuestras ilusiones a la Agrupación de Cofradías. Ya hay una reunión prevista. Queremos participar, aportar si podemos y recibir su abrigo.