La hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Piedad y San Juan Evangelista ha vivido de forma muy especial su estación de penitencia el Viernes Santo, la Madrugá. El corazón cofrade de Palma del Río tenía la mirada puesta en la Virgen de la Piedad tras pasar por el taller del imaginero y escultor palmeño Manuel Jacob Quero Velasco. Muchas voluntades se han unido para que esta imagen titular, tan querida y con tantos devotos, procesione esta Semana Santa. En la retina aún permanece el triste y lamentable suceso ocurrido el pasado 5 de diciembre del 2014, cuando un incendio declarado en su capilla, en la iglesia del antiguo Hospital de San Sebastián, dañaba gravemente esta imagen.

Tras su bendición el Viernes de Dolores, la hermandad del Nazareno abrió en el silencio de La Madrugá el cerrojo de la iglesia de San Sebastián invitando a recrearse en una cofradía que tiene sus orígenes a finales del siglo XVI, la más antigua de la Semana Mayor palmeña. Estrenos obligados en todo el ajuar de la Virgen de la Piedad, como la saya de salida realizada en el taller de bordado de la hermandad y la nueva corona de reina.

LA EXPIRACION El Jueves Santo se vivieron momentos de gran belleza en la salida y aparición bajo el arco del Cardenal Portocarrero de la hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración, María Santísima de los Dolores, Santa María Magdalena y San Juan Evangelista, única hermandad que tiene salida desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Sobriedad en esta estación de penitencia, que vuelve a su sede canónica serpenteando por Madre Carmen y Fuentecilla de los Frailes para desfilar junto a la muralla almohade por Río Seco y acceder al templo por Plaza Cristo de la Expiración. El paso de Cristo, acompañado por música de capilla con la agrupación Cristo de la Expiración de Palma del Río, invita a la reflexión y recogimiento al paso de esta hermandad fundada en 1758.

SANTO SEPULCRO Y el bullicio del Viernes Santo en San Francisco. La salida de la hermandad del Santo Sepulcro y María Santísima de los Dolores congrega una multitud en un desfile que reúne a todas las hermandades palmeñas en un largo cortejo que antecede el paso del Cristo Yacente, un bellísimo paso que discurre a costaleros acompañado por el grupo de metales Santo Sepulcro. La salida de la Virgen de los Dolores levanta el aplauso unánime de palmeños y visitantes. Este año la hermandad, que lleva en su procesión a más penitentes, 390 nazarenos, ha recuperado en su itinerario la plaza Mayor de Andalucía.

El calendario litúrgico ha levantado el vuelo de las campanas convocado a la celebración del triduo pascual. Tras la salida de El Resucitado, el Consejo de Hermandades celebra a las ocho y media de la tarde en la parroquia de San Francisco una misa de acción de gracias.