Vamos a gastar el adjetivo histórico en esta nueva Semana Santa a base de usarlo. Pero es que lo del Cristo de la Piedad ayer fue... Sí: histórico. Y no solo por el hito de entrar en La Catedral quizá por primera y última vez, ya que han aprovechado que este año está el vano de la segunda puerta totalmente abierto porque, cuando se construya la puerta que sustituirá a la anterior celosía, el paso ya no cabrá. Tampoco lo importante fueron los 5 kilómetros que se habían hecho bajo un sol de justicia, a más de 30º en parte de las 6 horas. Ni siquiera los desmayos por el cansancio y el calor.

Lo importante era el orgullo que contagiaba la cofradía con más obra social en proporción a sus recursos, ya que toda ella es obra social para su barrio. Lo importante es lo que supone la cofradía de autoestima para Palmeras. Y con esa dignidad y pundonor procesionaron en La Catedral. Y aún les esperaban 4 horas para volver a Palmeras y ser recibidos como lo que son: héroes.