Baena ha vivido por fin una Semana Santa con normalidad. El buen tiempo acompañó a las distintas cofradías del Jueves y Viernes Santo, tanto en las procesiones como en el desfile de estaciones que organiza la Agrupación de Cofradías.

Ayer, cuando a las seis de la manaña Jesús Nazareno salía al dintel de la puerta de la iglesia de San Francisco, la devoción y pasión de los fieles se dejaba notar. La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno representó los autos sacramentales tras llegar la procesión a la plaza de la Constitución, el sermón del paraíso y el prendimiento de Jesús. Su hermandad matriz, la de Nazarenos, con motivo de la celebración del 425 aniversario de su fundación, modificó su salida y procesionó con sus 33 cruces desde el inicio del recorrido, cuando por tradición lo hace al final de la Puerta Córdoba.

Por la noche, la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, tras la recogida de parroquias, inició una estación de penitencia marcada por la ilusión, ya que el mal tiempo ha impedido su salida procesional en los últimos tres años. Ayer lo hacía con el esplendor y la solemnidad habitual. Si la mañana era de la cola negra, la noche la tomó la cola blanca. Destaca entre las novedades que, por primera vez, se ha incorporado al desfile la imagen del Dulce Nombre, bendecida el pasado mes de noviembre, que ha procesionado tras el estandarte de la cofradía.

El Jueves Santo, la Agrupación de Cofradías de Semana Santa organizó el desfile de estaciones y visita a los sagrarios. A su hora, la ilustre archicofradía de la Vera Cruz y Nuestro Padre Jesús del Prendimiento comenzaba su desfile procesional desde la iglesia de Santa Marina, junto al castillo. Ya de madrugada, la cofradía del Cristo del Perdón realizó el vía crucis por la zona de la Almedina de Baena. En su recorrido se cruzó con la Unica Cuadrilla de Judíos Arrepentidos en su visita a los sagrarios, bajo un respetuoso silencio por parte del numeroso público que se acerca.