La decana de las cofradías cordobesas volvió a hacer historia al salir de nuevo desde San Agustín tras su multitudinario traslado. Y es que como decía el hermano mayor, Antonio López de Letona, a pesar de la paradoja de haber estado siglos y siglos en San Agustín, "ahora todo lo que hagamos este año va a ser, por definición, una primera vez, va a ser histórico". Y no se equivocaba. El barrio parecía el de hace seis década, estaba a tope , como la práctica totalidad del camino. Por cierto, todo es nuevo pero no se olvida el pasado: en San Pablo, el paso se giró para rendir homenaje a su historia reciente y a la representación de las hermandades que fueron vecinas en ese templo: la Expiración y el Rocío. Por cierto, no había ningún claretiano.

Ya se plantean para el próximo año, según dicen buenas lenguas, ir a la Catedral. A seguir haciendo historia, y más en un Jueves Santo en el que ninguna cofradía llega al primer templo.