Anoche, Córdoba se emocionó ante las imágenes de sus Cristos más populares: el de la Piedad, Pasión, Perdón, Calvario y la Misericordia, mientras la Paz derramaba en la multitud los pétalos más hermosos de sus latidos maternos. Hoy, Jueves Santo, celebramos el Día del Amor Fraterno. Mañana, Viernes Santo, contemplamos el árbol de la cruz, que extendiendo sus ramas y cobijando los sufrimientos del mundo, pregona que Dios entra en esta tierra por una puerta estrecha. Por eso, a los cristianos nos atrae tanto la cruz. Besamos el rostro del Crucificado, levantamos los ojos hacia El, escuchamos sus últimas palabras. La pasión y muerte del Señor es agradecimiento emocionado, adoración gozosa al amor increíble de Dios y llamada a vivir como Jesús solidarizándonos con los crucificados.