La otra gran hermandad del día con espíritu de escuela, en este caso salesiano, el Prendimiento, también coincidió con la Santa Faz en presentar numerosos estrenos en un 2018 donde, sin dejar de lado la obra social, siguen avanzando en la consolidación de un estilo propio y definido, inspirado en el rococó francés. En ello encaja el respiradero trasero del paso de misterio, realizado en el taller de Manuel Jurado y Miguel Ortiz, los tres palermos para fiscales (de Orfebrería Calleja), las coronas de las tulipas de los candelabros de cola del paso de palio... hasta el exorno con tonos violetas y morados en el paso de misterio y rosas de rosa palo en el palio, mostraba esa coherencia de la que desde hace tiempo pueden presumir los cofrades salesianos. Incluso, ironías del destino, puede a veces hablarse de que la hermandad comienza a veces a adelantarse a su tiempo. Fue la primera hermandad del Centro de la ciudad en redescubrir la Ribera tras su reforma y semipeatonalización, años antes de que en el 2017 la carrera oficial se trasladara al entorno de la Mezquita-Catedral y el paso se convirtiera en acceso obligado para más de la mitad de las hermandades. Ya ven: quizá nadie al Norte del río se merezca más el sobrenombre de Señor del Guadalquivir que el Prendimiento.