Como balance, a lo largo del año hemos afrontado proyectos en cinco áreas: tareas extraordinarias, restauraciones de imágenes de nuestros titulares, fomento de la convivencia fraterna, cuidado de la devoción al Señor de Animas y a la Virgen de las Tristezas y, en el centro de todo, la caridad.

Respecto a tareas están los bordados de los faldones del paso del Cristo. Ahí pesa más la ilusión que obstáculos. Sin pausa, va adelante.

Respecto a las restauraciones de las imágenes, la hermandad no se arredró ante la urgencia de la restauración del Cristo y de la Virgen. Así, gracias a la generosidad de unos hermanos, y especialmente a la contribución de una persona devotísima, se realizaron ambas. Admirable la obra de la restauradora, Ana Infante. Respecto a hacer hermandad es construir unidad. Nos sentimos satisfechos de la convivencia que hay entre las personas que trabajan durante el año. Todos, coordinados con alegría y entusiasmo juveniles: montajes, salidas procesionales, colaboraciones, ensayos y actuaciones de los coros-

En el aspecto devocional, este se cultiva e incrementa con visitas continuas, concurrencia en quinario, triduos, besapiés, besamanos, viacrucis, misas de los lunes...

Pero el motor es la Caridad. Entre los hermanos y en la atención a las necesidades de las personas del entorno.

Así, abrimos nuestros brazos a todos los que deseen unirse a la Hermandad de Animas.