El Señor de la Caridad procesionó de acuerdo a su estilo y sus tradiciones: las centenarias que tiene heredadas desde su fundación en el siglo XV (tan ligada tanto al servicio a los desvalidos como a reyes y generales) como a sus tradiciones desde su refundación hace 75 años, entre las que se encuentra la presencia del Tercio Gran Capitán, 1º de la Legión, hermano de honor de la cofradía desde 1951. Precisamente, cofrades de pro volvieron a debatir la noche del Jueves la conveniencia de esta representación militar. Esos sí, con críticas más contundentes en privado que en público y sin olvidar que gran parte de la multitud presente fue para ver desfilar solo a la Legión (y lo demás son cuentos), con escenas como la de casi todo el mundo atento a los militares y sin dedicar apenas atención al Titular. Legionarios aparte, siempre sorprenden los ricos y cuidados enseres de la hermandad y el austero paso, que estuvo con clavel rojo.