La noche del Lunes Santo en Córdoba alterna imágenes de Cristo y de María con especial sello para la vivencia de la fe. Jesús Humilde en la Coronación de Espinas se nos ofrece como "el hombre de la pasión, que encarna la pasión del hombre"; la Vera Cruz, el antídoto contra el mal que oprime y un estímulo para ejercer la solidaridad con el injustamente oprimido; la Sentencia, "todos en El pusimos nuestras manos" y le condenamos; el Vía Crucis o el hombre como "peregrino del ser y del hacer". Y Animas o el silencio reflexivo, "en tu cuerpo desnudo, amor del viento / beben su palidez las alboradas". La cruz que derrama salvación a quienes sufren el mal, acogida a quienes son excluidos por la sociedad, perdón gratuito de Dios a pecadores y gentes perdidas, incapaces de volver a su amistad.