Representantes de la Junta, de centros sanitarios, de sindicatos y colegios sanitarios guardaron ayer un minuto de silencio y se concentraron en el centro de especialidades Carlos Castilla del Pino, con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario. El presidente del Colegio de Médicos, Bernabé Galán, en representación de los presentes, leyó un comunicado en el que destacó que «la violencia contra los sanitarios, que es una de las profesiones más valoradas por los ciudadanos, se trata de un problema de violencia en sí mismo contra el que debemos tener tolerancia cero». «El importante número de agresiones a sanitarios que se registran por parte del Observatorio de las Agresiones es solo la punta del iceberg. Se trata de una violencia que genera un escenario de desconfianza y consecuencias perjudiciales para profesionales y ciudadanos», señaló Galán. «La consideración de que estos hechos sean tipificados como delito contra la autoridad pública ha sido un logro fundamental a la hora de afrontar las agresiones, pero queda por conseguir que las injurias y acoso psicológico contra los sanitarios sea castigado con penas contundentes, que no se queden en multa, para que sean ejemplarizantes», reclamó el presidente de los médicos. Por otro lado, la portavoz del Sindicato Médico en Córdoba, Pilar Bartolomé, reclamó al Ministerio de Sanidad que «elabore un Protocolo Integral de Agresiones a Sanitarios, que se aplique por igual en las 17 comunidades autónomas, que se adopte la denominación de violencia social para estos sucesos y que las sentencias y los juicios contra sanitarios sean más rápidos». Por su parte, CSIF denunció que en «en Córdoba se produce «de media una agresión cada dos días a los profesionales de la sanidad pública» y lamentó que «el 71% de estas agresiones las sufran mujeres sanitarias».