La pequeña Nayra Pascual Morales, de 12 años, se ha convertido en la beneficiaria de un nuevo éxito en materia de trasplantes en el hospital Reina Sofía, el primer trasplante hepático auxiliar infantil de donante vivo por vía laparoscópica (cirugía mínimamente invasiva) que se ha llevado a cabo hasta ahora en España. En dicha intervención, que fue efectuada en junio gracias a la labor conjunta de 25 profesionales, jugó un papel fundamental la madre de la niña, María Morales, que no dudó en donar parte de su hígado a su hija Nayra, vecina como ella de Puente de Génave (Jaén).

«En España solo se han efectuado 4 casos de trasplante hepático auxiliar (incluyendo el del Reina Sofía), pero el del hospital cordobés ha sido el primero a nivel nacional en el que la extracción del hígado destinada a la donación se llevó a cabo por cirugía laparoscópica. El trasplante de Nayra ha sido el quinto en el que el Reina Sofía ha empleado esta cirugía menos invasiva para la extracción de la donación de vivo hepática desde que se incluyó esta modalidad por primera vez en marzo del 2016. «Con esta operación el Reina Sofía se consolida en el uso de la cirugía laparoscópica para la donación de vivo hepática, técnica quirúrgica que en Andalucía solo usa el Reina Sofía y en Europa únicamente 6 hospitales, pues en potencias como el Reino Unido o Alemania aún no se efectúa la extracción para la donación de vivo hepática por esta vía», destacó ayer el jefe de Cirugía General y Digestiva y responsable del programa de Trasplante Hepático del Reina Sofía, Javier Briceño.

Foto: María Morales y su hija Nayra.

Antes del trasplante, esta menor sufría desde el nacimiento una enfermedad rara metabólica (déficit de OTC, omitina transcarbamilasa) que estaba afectando a su hígado al no metabolizar las proteínas, lo que le obligaba a seguir una dieta muy estricta. Esta niña no necesitaba un trasplante de hígado completo, sino un pequeño injerto de un donante. Briceño explicó que «el resultado de este trasplante es que la paciente convive con dos hígados, el suyo propio y el procedente de su donante. El trasplante auxiliar ayuda al hígado enfermo, en casos como este en el que el órgano no era capaz de funcionar adecuadamente, pero sí podía hacerlo con el apoyo del auxiliar». Se trata de un trasplante que se realiza en muy pocas ocasiones dado que está indicado para hepatitis fulminantes, en los que el daño hepático es muy grave y los pacientes necesitan un injerto urgente, y en dolencias metabólicas, en las que el hígado está aparentemente sano pero sufre un déficit metabólico que ocasiona un acúmulo de sustancias tóxicas que pueden producir un grave daño neurológico, que en esta paciente se ha logrado evitar gracias a esta operación.

Briceño recalcó que «una vez hemos efectuado este primer trasplante auxiliar hepático infantil por vía laparoscópica se podrá usar en otros contextos tanto en niños como en adultos, a pesar de su complejidad, ya que ha habido que compartir las estructuras vasculares y biliares entre los dos hígados». Durante la realización de la operación «estuvimos en contacto telefónico con el director del programa de trasplante del King’s Collegue de Londres, Nigel Heaton (el cirujano con mayor experiencia en este tipo de trasplantes)», apuntó Javier Briceño. Otro dato destacable de este trasplante es que en un futuro se podría tratar de quitar el hígado auxiliar y evitar así que el paciente trasplantado tome medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo del órgano implantado.