La Marea Blanca de Sevilla convocó ayer una concentración ante el hospital Virgen de Valme, en Sevilla, a la que acudieron en torno al centenar de personas, que pidieron «responsabilidades políticas» por el accidente mortal del domingo y la dimisión de la antigua directora gerente del hospital y actual directora general de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS), María Dolores Alguacil, toda vez que «se le presentó varias denuncias de fallos en los ascensores» tanto a la gerencia como a la Inspección de Trabajo.

A esta concentración acudieron profesionales sanitarios, ciudadanos, el padre, el marido y familiares de la joven fallecida el pasado domingo por el accidente en un ascensor del hospital, y representantes políticos y sindicales como los dirigentes de Podemos Nacho Molina y Diego Cañamero, y los representes de Marea Blanca.

El dirigente de USO-A, Enrique Jiménez, explicó que el sindicato en Valme «ha presentado denuncias desde hace mucho tiempo, al menos desde finales de 2015, tanto escritas a la dirección gerencia y a la Inspección de Trabajo como orales en reuniones con la gerente, hasta cinco denuncias», donde se asegura la existencia de «deficiencias y mal funcionamiento de los ascensores del hospital, en concreto de los números 2 y 3(en éste último ocurrió el accidente)». Ante la Inspección de Trabajo se presentó denuncia los días 1 de junio y 6 de octubre de 2016.

Esas denuncias, según el dirigente de USO, “ponen en evidencia el peligro que supone para los trabajadores y para los usuarios que a diario vienen al hospital”, y aluden a “multitud de incidencias, especialmente en los ascensores 2 y 3, donde las puertas se cerraban sin que hubieran terminado de entrar totalmente a la cabina las camillas o las personas, no funcionaban los sensores de freno de cierre de puertas; o la existencia de escalones en las paradas de los ascensores».

Por ello, tanto USO como el conjunto de Marea Blanca ha pedido que «aparte de la responsabilidad civil o penal que se derive de la investigación judicial, debe haber responsabilidades políticas, y alguien tiene que asumirlas», añadió Jiménez.

Éste y el resto de sindicatos presentes han apuntado en ese sentido a la actual directora general de Asistencia Sanitaria y antigua directora del hospital, María Dolores Alguacil, para la que han pedido la dimisión, al ser la receptora de las denuncias presentadas en Valme cuando era gerente del hospital.

Jiménez ha explicado que les consta que tras las denuncias «hubo pequeños arreglos», de forma que «se cambió el sistema eléctrico de los ascensores, pero estos ascensores tienen 30 años de antigüedad, por lo que tocaba un cambio de cabina, del sistema de cierre de puertas, y no quedarse sólo en el sistema eléctrico, a lo mejor la probabilidad de accidente hubiera siso menor».

Durante la concentración todos los intervinientes expresaron sus condolencias hacia la familia de la joven fallecida. Precisamente en la concentración estaban presentes el padre, el marido y familiares de la joven.El padre de la joven, Juan Manuel Cortés, agradeció el apoyo de los presentes y de los que no han podido venir, y manifestó que su presencia se debía a que no quiere «que esto suceda otra vez más, y que no haya otra familia destruida».