Para dar respuesta a la violencia de género como problema de salud pública, la Dirección General de Salud Pública y Participación de la Consejería de Salud de la Junta impulsó en el 2008 la Red Formma (Red Andaluza de Formación contra el Maltrato a las Mujeres), que forma al personal del sistema sanitario público andaluz para que preste una atención adecuada a las mujeres que se encuentran sufriendo una situación de maltrato. La red está coordinada por el médico de familia cordobés Rafael Espino Pérez, responsable provincial de Maltrato de la Delegación de Salud. Rafael Espino ejerce como facultativo de urgencias en el hospital de Montilla, centro en el que también es responsable de Maltrato, y a su vez forma parte del grupo de trabajo para realización de protocolos sanitarios sobre maltrato a la mujer de la Junta de Andalucía.

-¿Por qué decidió especializarse en el abordaje y prevención de la violencia de género en el sistema sanitario público andaluz?

-Porque creo que el maltrato contra las mujeres es un problema de salud pública y creo en la igualdad. Debemos trabajar para la igualdad entre hombres y mujeres y yo lo hago desde la Consejería y desde la Red Formma, trabajando en la formación de profesionales sanitarios en violencia de género y en igualdad.

-¿Cuantos casos de violencia de género detectaron el pasado año los centros de salud y hospitales de la provincia cordobesa?

</b>-En los centros sanitarios se detectan muchos casos de mujeres en situación de violencia de género, pero no todos se registran. A las mujeres se las acompaña, se les ofertan recursos distintos a los judiciales y, cuando están preparadas para enfrentarse a un proceso judicial, se le realiza el parte al juzgado. El 70% de las mujeres no denuncian. Abandonan la situación de maltrato con ayuda externa (Instituto Andaluz de la Mujer, médico de familia, salud mental). En el 2015 los centros sanitarios cordobeses emitieron 646 partes de malos tratos a los juzgados (539 por malos tratos físicos, 201 psicológico y 17 sexuales). El 43% de esos partes fueron denuncias de mujeres de entre 31 a 45 años y un 30% eran jóvenes de 19 a 30 años, siendo el agresor, en el 96% de todos los casos, un conocido de la víctima.

<b>-¿Qué tiempo medio tarda una mujer en dar el paso de admitirque es víctima de malos tratos?

</b>-Según las publicaciones sobre el tema, el tiempo que tarda una mujer en darse cuenta, reconocerlo y dar algún paso puede ser de 5 a 6 años de media. Depende de lo aislada que esté la mujer, de la red social y familiar que mantenga. Si está aislada tarda más tiempo en darse cuenta que es una mujer maltratada.

-<b>¿Cuál es el perfil tipo de mujer víctima de violencia de género?

</b>-No existe perfil de mujer en situación de maltrato, sólo ser mujer y vivir con un maltratador.Cualquier mujer puede ser víctima. Identificamos a una mujer maltratada por las consecuencias del maltrato que sufre esa mujer. Vemos una mujer con baja autoestima, sintiéndose culpable, con miedo, con vergüenza. Pero ella no era de esa forma al inicio de la relación. Es consecuencia de tantos años de maltrato.

<b>-¿Con qué formación cuentan los profesionales sanitarios cordobeses para detectar posibles casos de violencia de género?

</b>-El problema de la violencia de género fue considerado en 1996 por la Organización Mundial de la Salud como un problema de salud pública. En nuestro país, el maltrato contra las mujeres en la pareja es la forma más frecuente de violencia de género. Los últimos estudios publicados en España, realizados a la población de mujeres que acude a los centros de salud, indican que una o dos de cada 6 mujeres atendidas por el personal de salud de Atención Primaria por diversas demandas asistenciales ha sufrido malos tratos en el último año o a lo largo de su vida. Estos estudios también reflejan el grave deterioro, como causa del maltrato, de la salud física, psicológica y social de estas mujeres y de sus hijas e hijos. Para poder abordar este prevalente y grave problema es imprescindible, según la OMS, garantizar la formación del personal de salud. Por eso, es uno de los objetivos de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género de 28 de diciembre del 2004 (apartado 2 del artículo 15). Este aspecto se hace aún más relevante cuando se trata de Atención Primaria de Salud (APS), punto de mayor accesibilidad del sistema sanitario. En el ámbito andaluz todas las instituciones con competencia en maltrato contra las mujeres renovaron en el 2005 el compromiso adquirido en 1998, mediante la firma del procedimiento de coordinación institucional para la prevención de la violencia de género y atención a las víctimas en Andalucía. Y en el 2008, la Consejería de Salud publicó el protocolo andaluz de actuación sanitaria ante la violencia de género que incorpora las recomendaciones del protocolo común del Ministerio de Sanidad del 2007. A pesar de este desarrollo legislativo y técnico sobre la atención de las mujeres maltratadas en España, la mayor parte del personal de salud que desarrolla su labor en Atención Primaria adolece de la formación necesaria para abordar este grave problema de salud. Contribuye a ello la ausencia o deficiencia de esta formación en pregrado, postgrado y programas de formación continuada. La Consejería de Salud de Andalucía ha elaborado un programa de formación, diseñado y gestionado por la red Formma, que incluye actividades de sensibilización y de formación para concienciar y formar al personal de salud del Sistema Sanitario Público de Andalucía.

-<b>-¿Qué avances se han logrado gracias a esa formación?

-</b>El objetivo de la formación al personal de salud es que reflexione, para que adquiera un papel activo ante el problema, que se posicione ante el mismo o, al menos, que pueda acercarse a puntos de vista diferentes y más amplios de los habituales. Que comprenda la importancia del maltrato contra las mujeres como problema de salud y reconozca la importancia de su papel como profesionales en el abordaje sanitario del mismo. Con esta formación se tardará mucho menos tiempo en detectar indicadores de maltrato, de saber cómo presentarle a la mujer estos indicadores, si ella no reconoce el maltrato, y de ofertarle recursos para poder salir del mismo.

-<b>¿Por qué las jóvenes de hoy, teniendo más información que sus madres o abuelas, están asumiendo como normales conductas machistas, a veces debidas al excesivo control que permiten redes sociales o ‘whatsapp’?</b>

-Las jóvenes de hoy en día se siguen educando en una sociedad patriarcal, donde la desigualdad esta presente en todos los actos y formaciones que le da la sociedad. Solo hay que ver las series de televisión dedicadas a jóvenes, los libros, los juegos violentos. En ellos se reproducen roles de desigualdad, el hombre triunfador, fuerte, protector, dominador. Y la mujer dulce, amable, cariñosa, cuidadora del hogar. Y las nuevas tecnologías proporcionan al maltratador más herramientas de control. 200 whatsapp a la novia es control y las adolescentes lo confunden con amor.

<b>-Si están mejorando los mecanismos de detección precoz del maltrato, ¿por qué continúan produciéndose tantas muertes?</b>

-Se detectan más casos y están saliendo muchas más mujeres de la situación del maltrato. Pero es verdad que la media de muertes de mujeres a manos de sus parejas se mantiene y el porqué es multifactorial. No denuncian todas las que deberían, no están capacitadas para valorar el riesgo vital al que se exponen, lo minimizan. Debemos aumentar el rechazo al maltrato por parte de la sociedad, para que la mujeres no se avergüencen de reconocer su situación sin sentirse culpables. La sociedad debe ofertar recursos sociales y económicos para que la mujer salga de la situación de maltrato, para romper el aislamiento y elevar su autoestima.

-<b>¿Se ha logrado que la lucha contra la violencia de género sea una denuncia de toda la sociedad?

</b>-Debe ser prioritario para el 100% de la población generar una sociedad igualitaria donde hombres y mujeres sean iguales de verdad. No es cuestión de feminismo, sino de responsabilidad, de madurez de la sociedad.

<b>-Ya hay catálogos de juguetes que muestran a niños jugando con muñecas y niñas que se divierten con coches. ¿Cuándo dejará de ser esto una anécdota para volverse lo habitual?

-</b>Cuesta cambiar. Los roles de mujer y hombre llevan más de 2.000 años de una convivencia patriarcal. La sociedad sigue castigando a los niños que juegan con juguetes de niñas y a las niñas que juegan con cosas de niños. Los llaman amanerados o machorras. Pero está cambiando, poco a poco. Ya existen cuentos igualitarios, en los que una princesa no necesita ser salvada y protegida por un príncipe.