Un total de 788 personas sin hogar fueron atendidas durante el 2016 en Córdoba por la Unidad de Emergencia Social de Cruz Roja, un dispositivo conformado íntegramente por voluntariado que recorre tres noches a la semana las calles de la capital para ofrecer a la población sin techo comida y bebida reparadora, sacos de dormir y apoyo humano. Esta cifra supone un incremento del 17% respecto a los 669 indigentes a los que la organización prestó apoyo el año anterior. El perfil habitual de la persona que duerme en la calle en Córdoba ha variado mucho en los siete años que lleva en funcionamiento esta iniciativa; ahora en torno al 85% de las personas sin hogar que reciben el apoyo de la institución son cordobeses a los que la crisis, la falta de una red de apoyo y otras circunstancias han conducido a esta situación de extrema vulnerabilidad. En su mayoría, son hombres (650 frente a 138 mujeres) con edades comprendidas entre los 30 y 50 años y que, en un buen número de casos, tienen problemas de salud mental añadidos. La Unidad de Emergencia Social es una más de las iniciativas puestas en marcha para dar respuesta a las nuevas necesidades y perfiles de solicitantes de ayuda derivados de la crisis económica. El pasado año fueron alrededor de 60 las personas que participaron como voluntarias en este proyecto, que se realiza en coordinación con el resto de entidades que conforman la Red Co-Habita de atención a personas sin hogar. Entre los datos más representativos de la labor realizada se encuentran los casi 300 repartos de sacos de dormir, mantas y lotes de higiene; las 259 derivaciones a otros recursos de Cruz Roja o de otros organismos sociales; un centenar de entregas de ropa de abrigo; los 32 pagos de transporte o las 12 ayudas para artículos sanitarios u ópticos.