El consumo moderado de cerveza podría influir positivamente en los hábitos alimentarios, la composición corporal y la protección cardiovascular de los consumidores, según concluye el estudio “Relación entre el consumo moderado de cerveza, calidad nutricional de la dieta y tipo de hábitos alimentarios”, presentado esta mañana en Córdoba por la profesora y doctora Rosa M. Ortega, Catedrática del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, y la profesora de investigación y doctora Ascensión Marcos, investigadora del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La investigación, que se ha presentado en el marco de la 21º Semana Cultural Galeno del Colegio de Médicos de Córdoba, ha analizado los hábitos alimentarios de un grupo de adultos sanos de entre 18 y 50 años de edad, seleccionados en ciudades como Córdoba, Barcelona y Madrid, y ha prestado especial atención a la incidencia de la ingesta moderada de cerveza en la calidad nutricional de su dieta. Y, ¿qué puede considerarse una ingesta moderna de cerveza? Entre los hombres se considera modera el consumo de 3 cañas diarias, mientras que para las mujeres serían 2. En cualquier caso no se recomienda superar las 5 cañas diarias.

De esta forma, la profesora doctora Rosa M. Ortega ha afirmado que “a la luz de los resultados del estudio, las bebidas como la cerveza y otras bebidas fermentadas pueden estar incluidas dentro de una dieta equilibrada como la Mediterránea, siempre y cuando su consumo sea moderado, es decir, no exceda los 20-30 gr. de alcohol al día (entre 2 y 3 cañas al día para los hombres y entre 1 y 2 para las mujeres)”. En lo que respecta a la masa corporal, los consumidores moderados y habituales de cerveza presentaron una composición corporal más adecuada que los no consumidores, especialmente en el caso de los varones, quienes presentaron una menor circunferencia de cintura y porcentaje de masa corporal. En todo momento, el CICS recuerda que la ingesta de cerveza debe realizarse de forma moderada, responsable y por adultos sanos.

A este respecto, la profesora Marcos ha explicado que la cerveza es una bebida que puede estar incluida dentro de una dieta saludable ya que, al estar elaborada a partir de ingredientes naturales (agua, cereal malteado y lúpulo) posee una serie de nutrientes derivados de los mismos, como las vitaminas del grupo B, los minerales, la fibra y los polifenoles o antioxidantes naturales, que le confieren su especial interés nutritivo. Además, ha recordado que “el aporte calórico de la cerveza es muy inferior al de otras bebidas alcohólicas, ya que una caña de 200 ml. aporta solo 84 kcal”. Asimismo, ha añadido que “un consumo de una cerveza diaria supone un porcentaje muy pequeño de la ingesta calórica diaria recomendada, que es de unas 2.000 calorías para las mujeres y 2.500 para los hombres”.

Una bebida natural que forma parte de la Dieta Mediterránea Así, según las conclusiones del estudio, el consumo moderado de cerveza puede formar parte de una alimentación equilibrada debido a las propiedades que le confieren su baja graduación alcohólica y las materias primas con las que está elaborada. Por este motivo, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) incluye en la Pirámide de la Alimentación Saludable -principal referente en materia nutricional que integra todos los alimentos propios de nuestra dieta- el consumo opcional y moderado de cerveza, por supuesto, siempre por adultos sanos.