Gordon Brown se convirtió hoy en el nuevo primer ministro británico, después de que la reina Isabel II le encargase formar gobierno. Tras años de larga espera, el ya ex titular de Economía y nuevo líder del Partido Laborista tomó finalmente las riendas del Ejecutivo de Londres en sustitución de Tony Blair, quien presentó este miércoles su dimisión a la soberana.

"Acabo de aceptar la invitación de Su Majestad la Reina para formar Gobierno", anunció a su llegada al número 10 de Downing Street el propio Brown, que prometió "un nuevo Gabinete con nuevas prioridades". Se comprometió, igualmente, a nombrar un Ejecutivo que, "más allá de los estrechos intereses de partido", utilice "todos los talentos" y que dé respuesta a los deseos de cambio que ha percibido en la sociedad británica.

El nuevo "premier", visiblemente emocionado, confesó sentirse un privilegiado por tener la oportunidad de servir a su país y recordó su escuela local en Escocia al asegurar que no estaría donde ha llegado sin "las oportunidades" que recibió entonces y que pretende ofrecer a todos los ciudadanos. Brown salió del Palacio Buckingham, residencia de la Familia Real, sobre las 13:47 GMT acompañado de su esposa, Sarah, tras haber recibido el "Sello del Gobierno" de Isabel II durante una conversación privada de casi una hora.

Como manda la tradición, Sarah Brown tuvo que esperar en una antesala del palacio mientras su marido despachaba con la soberana. La conversación con Isabel II duró más tiempo que en el caso de Blair porque, además del nombramiento, la reunión fue aprovechada para que Brown explicase a la soberana cuáles son sus planes y sus prioridades.

El nuevo "premier" llegó al Palacio procedente de la sede del Ministerio de Economía, del que ha estado al frente los últimos diez años y donde fue despedido calurosamente por sus colaboradores, con aplausos y ovaciones. Brown se dirigió, en el Jaguar oficial reservado al primer ministro, al número 10 de Downing Stret, donde comenzará el proceso de formar su gabinete.

Es la primera vez desde que John Major sustituyera a Margaret Thatcher en 1990 que se produce un cambio en el inquilino del número 10 de Downing Street sin que se hayan celebrado elecciones generales previamente.