2017 acaba, como los anteriores, con malas noticias para la lucha contra la violencia machista, con cerca de medio centenar de mujeres asesinadas y un récord de ocho menores muertos, aunque trae consigo el hecho esperanzador de que al fin se ha llegado al ansiado Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Con este pacto, que cuenta para su desarrollo con un presupuesto de 1.000 millones, la definición de violencia de género se amplía y ya no se considerará solo la ejercida por parejas o exparejas, sino todos los tipos de violencia contra las mujeres. Ruth Ortiz, la madre de los dos niños asesinados por su padre, fue símbolo en el Congreso de esta ley. En las principales capitales hubo multitudinarias manifestaciones.