El embajador de España en el Reino Unido, Federico Trillo, anunció en enero que dejaba su cargo como embajador en Londres, tras asumir el Ministerio de Defensa el informe del Consejo de Estado sobre sus responsabilidades en el accidente del Yak-42 cuando ocupaba como ministro esa cartera. Trillo, de 64 años y que se había desempeñado en los últimos cuatro años como jefe de la legación diplomática española en el Reino Unido, recordó en una breve comparecencia que «hace ya algún tiempo» comunicó al Gobierno de Rajoy su decisión de dejar el cargo.

DICTAMEN DEL CONSEJO / La decisión de Trillo se produjo después de que el 3 de enero se divulgase un informe del Consejo de Estado sobre la responsabilidad patrimonial del Estado en un siniestro que costó la vida a 62 militares que regresaban de Afganistán el 26 de mayo de 2003. El informe de este órgano asesor respondía a la petición de 291 familiares de 55 de los fallecidos. El dictamen se refiere a la existencia de «hechos» anteriores al siniestro que habrían permitido a la administración ponderar el «especial riesgo» que concurría en el transporte contratado para el traslado de las tropas. El dictamen admite, como lo hizo la Audiencia Nacional al archivar definitivamente el procedimiento penal abierto contra seis mandos militares por un delito de imprudencia con resultado de muerte, que la causa del accidente fue el agotamiento y el estrés de los pilotos del Yak-42 y su falta de formación para afrontar situaciones como la que vivieron.