La entrada en prisión de Rafael Gómez para cumplir condena por dos delitos de fraude contra la Hacienda Pública cerró, el pasado 4 de diciembre, un largo proceso judicial que ha constatado la caída de uno de los empresarios más destacados de la ciudad en las últimas décadas.

El que también fue líder de la oposición en el Ayuntamiento de Córdoba durante el anterior mandato se sentó en el banquillo de los acusados el pasado 16 de enero junto a sus cuatro hijos. El fiscal solicitó para él 44 años de prisión por la comisión de 11 delitos, aunque finalmente fue condenado a cinco años y tres meses por solo dos. Así, la justicia ha determinado que dejó de abonar en torno a 29 millones de euros en impuestos a través de dos empresas. De otro lado, el ministerio público solicitaba 22 años de privación de libertad para cada uno de sus cuatro hijos por ocho delitos, aunque finalmente fueron absueltos. La complejidad de este caso llevó a que la instrucción durara más de siete años y el juicio, en torno a dos semanas.

En declaraciones realizadas a este periódico días antes de comenzar a cumplir condena, Rafael Gómez mantuvo su inocencia y sostuvo, además, que «lo sabe todo el mundo». La cárcel de Alcolea es el centro donde también se encuentra interno el empresario Francisco José Pozuelo, conocido como Pacurri, que durante años estuvo muy vinculado a él.

Además de la pena de privación de libertad, Sandokán tiene que indemnizar a Hacienda con 29 millones de euros y pagar una multa de alrededor de 112 millones. Fuentes consultadas detallan que podría comenzar a disfrutar de permisos para salir de la cárcel cuando haya superado un cuarto del tiempo de la condena. Después de que la Audiencia confirmara la sentencia del juzgado de lo Penal número 3, la defensa ha presentado un recurso de amparo ante el Constitucional y ha pedido su indulto.