Con la irrupción del fenómeno online, pocas cosas han permanecido estáticas en nuestras vidas, inmóviles ante el vertiginoso cambio que ha conllevado tan contundente puesta en escena. La aparición de Internet en nuestras vidas, dando prueba de un tremendo “boom” que se remonta a los inicios de esta década, pero que igualmente, no para de crecer en los tiempos que corren, ha significado un gran cambio en casi cualquier ámbito que se precie. El juego, no supone una excepción a la regla en absoluto.

Este mundillo se ha transformado de sobremanera. Antes, los casinos tradicionales copaban una cuota de mercado que no les era esquiva. Más bien al contrario, ya que, con carácter previo a la aparición de juegos de casino online, de actividades lúdicas al acceso de nuestro aparato electrónico personal, los casinos de toda la vida seguían frotándose las manos, atrayendo a todo jugador que se preciara, ya que no existía alternativa al uso.

Sin embargo, la red ha llevado a muchos usuarios a replantarse la jugada. Desde el sofá los usuarios pueden acceder a plataformas online de juegos de casino como ruleta y blackjack, o a prácticamente cualquier juego de casino que se nos venga a la cabeza, ya que muchas páginas, movidas por este innegable empuje virtual, han apostado por un cambio de viraje en su actividad, adaptándose al mundo online, y ofreciendo todo tipo de servicios de esta índole. Unos servicios que, valga la redundancia, eran poco menos que inimaginables hace menos de veinte años.

Mucha gente ya ha decidido cambiar el acudir a un casino físico, por jugar directamente desde su móvil, ordenador o tablet. La comodidad que brinda Internet está fuera de toda duda.

Sin embargo, y como nunca llueve a gusto de todos, ello provocó funestas consecuencias en bastantes empresas que comerciaban con el juego a la vieja usanza. En otras palabras, el juego online causó (y sigue provocando) estragos en la cuota de mercado de los casinos clásicos. Estos establecimientos, impotentes ante semejante ciclón, tratan de renovarse tras pasar unos años ciertamente difíciles.

Tales nuevas modificaciones no son exclusivas de los casinos de Las Vegas. Por ejemplo, en Ibiza también se esfuerzan por modernizar el servicio. No obstante, son estos recintos lúdicos estadounidenses, bastiones pioneros en dicha actividad, y por lo tanto, aquellos que tienden a llevar la voz cantante, influenciando a otros destinos que se deciden a operar a posteriori, los primeros en incorporar modificaciones o sustituciones en la ya tradicional oferta.

Sin ir más lejos, destacar cómo en Las Vegas, diversos casinos están apostando por llevar a los principales Djs del mundo, dejando paulatinamente menos espacio para las mesas de juego y otros instrumentos esenciales en todo casino que se precie. Ya no se centran tanto en magos y shows como antaño, decantándose por un nuevo “modus operandi”.

Así, “montando el fiestón”, ofreciendo bebidas y fiestas por todo lo alto, tratan de pegarle un pellizco a los casinos online, reduciendo una hegemonía actual que ni ellos mismos probablemente imaginasen hace escasas dos décadas.

El fenómeno online no parece estar de paso, y ciertamente, los casinos clásicos tendrán que agudizar increíblemente el ingenio para lograr persistir, sobrevivir ante tan exigente enmienda…