Para la mayoría de propietarios de mascotas, el perro es uno más de la familia. Procuramos para él la mejor alimentación, lo llevamos al veterinario cada vez que se encuentra enfermo, nos acompaña en las vacaciones... pero un aspecto que muchas veces pasamos por alto es el del descanso.

¿Cómo es el descanso del perro?

Los perros pasan mucho tiempo acostados. En general, un adulto duerme alrededor de 13 horas, unas 8 durante la noche y el resto distribuidas en pequeños descansos diurnos más cortos. Los periodos de descanso varían en función de la edad y de la actividad física. Los cachorros, al igual que sucede con los bebés, suelen dormir entre el 80 y el 90% del tiempo. A medida que crecen, las pautas cambian y el perro no precisa ya tantas horas de descanso.

El sueño de los perros es distinto al de los humanos. Por un instinto de supervivencia, pasan menos tiempo que las personas en la fase REM (Rapid Eyes Movement) o de sueño profundo, ya que necesitan estar en alerta para hacer frente a posibles amenazas. Al entrar en REM la actividad cerebral aumenta y muchos perros emiten ruidos, mueven los párpados o gruñen. Eso es porque están soñando y asimilando las experiencias vividas a lo largo del día.

Las posturas del perro también guardan relación directa con el descanso. Los perros adoptan básicamente cuatro posiciones al estar estirados:

Tumbado lateral: es la posición preferida de los perros para dormir, la que permite una mayor relajación y la que facilita el sueño profundo.

Tumbado esternal: en esta posición, también denominada decúbito prono, el perro descansa sobre su esternón y se apoya sobre los codos flexionados, mientras que las patas traseras permanecen encogidas. Esta postura les permite levantarse rápidamente. Una variación de esta posición es aquella en la que el perro estira completamente las patas traseras, de manera que tanto la zona abdominal como la inguinal tocan el suelo. Muchos perros duermen en esta posición cuando son cachorros o bien para refrigerarse cuando las temperaturas son altas.

Combinación de tumbado esternal con tumbado lateral: esta posición es muy habitual en los perros. La parte delantera descansa sobre el esternón, mientras que la trasera lo hace sobre un fémur. En esta postura el perro está relajado pero se mantiene en estado de alerta frente a los estímulos.

Tumbado sobre la espalda (decúbito supino): es una postura propia de cachorros, de perros en actitud sumisa y también de momentos de juego.

¿Dónde descansan los perros?

Los perros son animales que buscan el contacto con los amos, por eso, siempre que pueden, prefieren descansar a su lado. Pero cuando el propietario no está en casa, el perro busca un lugar en el que sentirse cómodo y es allí donde debe situarse su cama. Ese emplazamiento dependerá mucho del clima. En estaciones calurosas, el perro buscará corrientes de aire o zonas frescas, donde se tumbará para conseguir refrigerarse.

Pero, sin duda, los lugares predilectos para los perros son las camas y los sofás. Si no queremos encontrar el sofá o las ropa de cama llenas de pelo, lo mejor es acostumbrar al animal a dormir desde pequeñito en su propio colchón.

Camas para perros, modelos para todos los gustos

El mercado de productos para perros es amplísimo y en el caso de camas y colchonetas todavía más. Para escoger el producto más adecuado, lo importante es conocer a nuestro perro, estudiar sus posibles necesidades específicas y evaluar materiales y presupuestos.

Para empezar, podemos escoger entre camas, colchonetas y sofás. Las camas para perros suelen ser acolchadas en el interior y en los bordes y pueden tener diversas formas: rectangulares, ovaladas o circulares. La mayoría poseen una hendidura en la parte delantera para que el animal pueda entrar y salir fácilmente del espacio.

Es importante saber si las piezas pueden desenfundarse para poderlas lavar. En ocasiones, las camas son compactas y no permiten el cambio de fundas, lo que complicará la tarea del lavado. Por lo demás, las camas son perfectas para el descanso porque, al ser acolchadas, el perro se siente siempre cómodo.

Las colchonetas son otra opción más sencilla para el descanso del animal y, además, muy práctica, porque pesan poco, se guardan fácilmente y la mayoría son desenfundables. Y para los más comodones, están los sofás para perro, un auténtico lujo que todos desearían poseer.

Tanto las camas como las colchonetas y sofás se fabrican en distintos materiales: fibras de algodón, nylon, felpa, poliéster, peluche… incluso existen telas hipoalergénicas que repelen los ácaros del polvo. En cuanto a los rellenos, también existen diferentes modalidades. Para escoger el material más adecuado, no debemos perder de vista la cuestión de la limpieza. Siempre es recomendable escoger telas que se puedan lavar fácilmente.

Una recomendación más: no hace falta gastar el dinero en camas demasiado grandes porque la mayoría de perros tiende a acurrucarse a la hora de dormir, sobre todo en temporadas frías.