Centenares de personas recibieron el pasado 4 de febrero a la Virgen de Luna a su llegada a Pozoblanco desafiando las bajas temperaturas que protagonizaron toda la jornada. Y fue precisamente cuando la Virgen divisaba el Arroyo Hondo, la entrada a la localidad, cuando aparecieron los primeros copos de nieve del día dando por buenos los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología, que había anunciado lluvia y nieve durante todo el domingo. La mañana en el santuario de la Jara alternó nubes y claros; una mañana de momentos emotivos como cuando se entregaron sendas medallas al capital de la hermandad, Juan García, y al alferez abanderado, Manuel Marín, por sus 25 años en dichos cargos. O las del reconocimiento a Domingo Sánchez por sus 50 años en servicio activo en la cofradía y las de los 25 años de Pedro Luis García y Pedro Benítez. Este año se ha jubilado por enfermedad Francisco del Reyes. Además juraron bandera tres nuevos hermanos: Juan Carlos Muñoz, Rafael García y Francisco Gómez. La emoción también estuvo presento la imagen salió en procesión sobre las once menos cuarto de la mañana en el santuario acompañada por el estandarte de la cofradía de Escacena del Campo (Huelva), que comparte advocación con la cofradía de Pozoblanco. Este año una delegación ha sido invitada por los pozoalbenses y participaron con una ofrenda floral durante la eucaristía.

Ya camino de Pozoblanco el sol salió para de nuevo las nubes volver a cubrir el cielo, lo que llevó a los responsables de la cofradía a tapar con un plástico la imagen en previsión de lo que más tarde ocurrió. Unos primeros copos que fueron arreciando conforme la Virgen recorría las calles del municipio, que provocaron que se suspendiera alguna de las descargas de los hermanos cofrades como la que es tradicional en El Cerro. Sin embargo, el ceremonial discurrió como estaba previsto, la entrega de las llaves de los santuarios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba por parte del párroco de la iglesia de Santa Catalina y capellán de la cofradía, José María Gónzalez, y el bastón de alcaldesa perpetua de manos del alcalde, Santiago Cabello.

La imagen entró en la iglesia de Santa Catalina en torno a las siete y media de la tarde en medio de una función de fuegos artificiales. Allí permanecerá hasta el 20 de mayo, cuando de nuevo vuelva a su santuario.

La romería tuvo como prólogo el pregón que pronunció Rafael Moisés Sánchez en el teatro El Silo, quien además de hacer un recorrido vital por momentos de la fiesta expresó algunos deseos como la coronación de la Virgen.

Por otro lado, la lluvia provocó que la salida procesional de la Virgen el lunes, 11 de febrero se trasladara a la tarde del domingo 11 de febrero.

El Ayuntamiento de Pozoblanco hizo un balance positivo de las fiestas. El alcalde, Santiago Cabello, ha avanzado que la idea para el próximo año es mantener la filosofía que se ha visto en el programa actual en defensa de las tradiciones locales.