Rosario Rossi es la concejala de Cultura, Juventud y Patrimonio y Bibioteca.

--¿Cómo se prepara la programación cultural de una feria?

--Partiendo de que una feria es sinónimo de alegría, de pluralidad y el mejor exponente de un pueblo. Con esa intención la programación intenta llegar a todo el público, local y visitante. Algunos espectáculos llevan cerrados meses, cuando se revisan los catálogos de artes escénicas, rápidamente identificamos aquellos espectáculos que pueden tener una buena acogida en feria. Sigue siendo una tradición ir al Teatro en feria, y tenemos que cuidarla.

--Como concejala de Juventud, ¿cómo van a lograr que los más jóvenes vivan la feria sin tener que recurrir al alcohol y otras sustancias que tanto preocupan a los padres?

--Desde la delegación de Festejos se ha propuesto crear una caseta Zero, sin alcohol, y con una propuesta de ocio alternativo. Ojalá y funcione y no ocurra como en otras ediciones. Al final los jóvenes quieren estar donde estén los jóvenes, y es difícil crear espacios diferenciados. Esperemos que tengan suerte, y sean capaces de crear el ambiente necesario.

--¿Su proyecto más inmediato?

--Reactivar la oficina de Patrimonio Histórico. Después de feria se incorporarán los técnicos y técnicas especialistas en la materia para desarrollar nuevos proyectos y acabar otros iniciados en la anterior etapa.

--¿Cómo vive y entiende Pozoblanco la cultura?

--Por suerte, como una forma de participación ciudadana. Los colectivos vinculados a la cultura son muy activos y comprometidos. Cuando manejamos cifras de la cantidad de gente que hay alrededor de la cultura en Pozoblanco es para sacar sentirse muy orgullosa de la labor que durante décadas llevan haciendo esos colectivos de manera discreta pero constante. Es un motor social muy importante, y una garantía de que muchas de nuestras señas de identidad no se van a perder.

--En el meridiano de esta legislatura, ¿está pudiendo ejecutar su programa?

--A grandes rasgos, sí. Pero siempre hay cosas que se enquistan. Y no es una novedad, ya le pasó a mis predecesores en el cargo. Quizás lo que más me duela es que La Salchi siga siendo algo secundario y que el patrimonio histórico esté a merced de departamentos con otras prioridades.

--¿A qué lo achaca?

--A una cuestión presupuestaria y de prioridades. No es cosa de un partido ni de dos. Cuando son habas contadas es difícil hacer encaje para la cultura. Es lo más fácil de relegar. Solo hay que ver la diferencia de infraestructuras e inversión histórica de nuestro pueblo en ocio, deporte y tiempo libre con las que tiene para cultura.