La inestabilidad meteorológica no pudo con la ilusión de los más pequeños. Pese al frío que se dejó notar durante toda la jornada y la amenaza de lluvia que obligó al Ayuntamiento de Montilla a adelantar dos horas el inicio de la tradicional Cabalgata de Reyes, miles de montillanos se echaron a la calle para disfrutar del paso de Melchor, Gaspar y Baltasar por el centro de la localidad.

El colorido cortejo se inició poco después de las 17.00 de la tarde desde la avenida de la Constitución, con el objetivo de llenar de caramelos, papelillos y golosinas las calles más céntricas del centro urbano que, pese al cambio horario, estuvieron repletas de público, especialmente en la última parte del recorrido.

Melchor, Gaspar y Baltasar debieron emplearse a fondo para repartir 3.000 kilos de caramelos, 2.000 bolsas de gusanitos, palotes de chicle y gominolas, así como 600 balones y juguetes donados por la empresa montillana Monsecor.

A su vez, las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA) de los centros educativos de la ciudad, junto a los voluntarios de la Agrupación Local de Protección Civil, volvieron a demostrar su compromiso y su cariño con un evento que embarga de emoción y de ilusión a los más pequeños.

Durante el desfile, los Reyes Magos lucieron los nuevos ropajes que elaboró el colectivo montillano Manos e Ideas, a instancias del Área de Festejos.

«De cara a la festividad de Reyes de este año, nos propusimos recuperar los ropajes tradicionales que Melchor, Gaspar y Baltasar venían luciendo en Montilla, por lo que planteamos al colectivo Manos e Ideas la posibilidad de restaurarlos», explicó la concejala de Festejos, Lola Casado, quien felicitó a las integrantes de la asociación por el resultado conseguido.