Pozoblanco se prepara ya para la Romeria de la Virgen de Luna, una de sus fiestas más esperadas a lo largo del año, que en 2018 se va a celebrar el 4 de febrero. El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, junto con el concejal de Turismo, Eduardo Lucena y el capitán de la cofradía, Juan García han presentado un adelanto de lo que se está programando para las fiestas que este año trae novedades. La primera de las tradiciones en arrancar será la salida del tambor el próximo jueves, 1 de febrero, que, acompañado de la chiquillería, recorrerá los barrios de Pozoblanco, una salida que se repetirá en las tardes del viernes y el sábado. El viernes, tras el acto penitencial de la cofradía a las ocho de la tarde en la iglesia de Santa Catalina, se podrán recoger en el Punto de Información Romero instalado en el antiguo ayuntamiento los obsequios para las carrozas que participen en la romería, y a las nueve de la noche los destinados a los porteadores de la Virgen.

El sábado, a la una de la tarde, se vivirá la despedida del Carro de la Comida. Como es tradicional, al mando del sargento, un grupo de hermanos cofrades portado armas partirán de casa del capitán de la cofradía pasando por la parroquia de Santa Catalina y desde allí por el itinerario tradicional hacia el santuario. Para amenizar la mañana, sobre la una y media actuará el coro romero Voces de la Sierra, recorriendo el centro de Pozoblanco. Y desde mediodía se podrá degustar un plato típico junto a una consumición, una oferta gastronómica organizada por la Asociación de Hosteleros de Pozoblanco Hostepozo y Turismo Pozoblanco.

Uno de los actos más esperados tendrá lugar a partir de las ocho y media de la noche en el teatro El Silo con el pregón de las fiestas, que este año va a estar a cargo de Rafael Moisés Sánchez Luna, cabo de retaguardia de la cofradía, que será presentado por el cofrade Rafael Sánchez Ruiz. Una noche que será inolvidable y que contará con la colaboración de Rosa María Herruzo y los grupos Aliara, Amigos del Pueblo y Coro Romero Voces de la Sierra.

El domingo 4 de febrero arrancará con el ceremonial de siglos pasados y así a partir de la una de la madrugada el sargento de la cofradía acompañado de tamborilero y ordenanza realizarán en la casa de cada uno de los cofrades la llamada clásica: «¡Hermano, Ave María Purísima!». A partir de las ocho de la mañana tendrá lugar la reunión de la cofradía en la casa de hermandad, donde el sargento pasará lista y nombrará los servicios. Seguidamente, la Cofradía en formación se dirigirá al domicilio del alférez a recoger la bandera, y desde ahí a casa del capitán. Desde el ayuntamiento, las autoridades, acompañadas de una escuadra de cofrades al mando del cabo de filas, se dirigirán al domicilio del capitán. A las 8,30 horas de la mañana se saldrá de capitanía. La cofradía formada con bandera, marchará a la parroquia de Santa Catalina para pedir permiso a la autoridad eclesiástica y seguidamente se trasladará al santuario.

Y mientras la cofradía vive su ritual, las familias protagonizarán el suyo con el inicio de la salida hacia el santuario, en coche, carrozas o a pie, para llegar a la Jara y vivir un gran día de convivencia.

En el santuario está previsto que a las 10,45 horas de la mañana tenga lugar la procesión alrededor de la ermita y posteriormente se celebre la eucaristía. En el ofertorio tendrá lugar la jura de bandera de nuevos cofrades y la entrega de medallas de oro y plata por 50 y 25 años de servicio activo, respectivamente, y diploma a cofrade jubilado. Este año, además, tendrá lugar una ofrende floral que realizará la comisión de cultos de la cofradía Virgen de Luna de Escacena del Campo (Huelva), que este año visitará Pozoblanco. Ambas cofradías tienen vínculos históricos y a la onubenses recibirá un objeto de recuerdo del Consistorio pozoalbense. En la Eucaristía participará Voces de la Sierra.

Serán las tres de la tarde cuando la Virgen parta hacia Pozoblanco.