Alrededor de 350 jinetes a caballo y unas 30 yuntas de mulas participaron el domingo 7 de septiembre en la fiesta de los Piostros con el traslado de la Virgen de Piedrasantas desde la parroquia de Pedroche y hasta su ermita. Miles de personas disfrutaron de esta fiesta tradicional considerada como la mayor concentración equina de la provincia.

El alcalde, Santiago Ruiz, destacó el incremento de las medidas de seguridad tras el fallecimiento el año pasado de un hombre de 43 años al caerse del caballo. Por eso este año se contó con más efectivos de la Guardia Civil, se adelantó la salida de la comitiva a las 17.15 horas para volver a Pedroche aún con luz solar, se difundieron recomendaciones y se valló la Cuesta del Molar, por donde regresan a última hora los caballistas y se acumula cada año más público para verlos pasar.

El alcalde, el cura párroco y el mayordomo depositaron un ramo de flores y se guardó un minuto de silencio en el lugar donde tuvo lugar el accidente el año pasado. En la fiesta tomaron parte, como ocurre cada año, numerosos caballistas de Pozoblanco. Los jinetes y amazonas pozoalbenses también hicieron sus honores ante la Virgen de Piedrasantas al llegar a la ermita.

Entre los asistentes, se encontraban algunos componentes del Círculo del Caballo Club Hípico de Pozoblanco.

También se dieron cita en ese paraje, junto al arroyo Santa María, numerosos vecinos de Pozoblanco que no se perdieron la jornada romera en Pedroche.

Esta fiesta única está protagonizada por los Piostros cuya estampa típica es la de un trío de animales que encabeza el hombre que va a caballo al que le siguen el paje y la mujer, que forman una pareja y van en yunta de mulas. Primero el paje, que coloca sobre su mula una manta de terciopelo negro con vistosas flores bordadas y adornos de bolas de lana que se fabrican en el propio pueblo por los pedrocheños, y después va la mujer en otra mula subida en una jamuga o en un silloncillo, una silla de tijeras con patas curvas y correones, para apoyar espalda y brazos, que se colocan sobre el aparejo de las caballerías para montar cómodamente a las mujeres.

La fiesta se inició con la recogida en su domicilio de Antonio Romero, que este año ejerce de mayordomo. A las 20.15 horas ya entraba la comitiva de caballistas de vuelta a Pedroche por la Cuesta del Molar. Al día siguiente, el lunes 8 de septiembre por la mañana se reunieron de nuevo los Piostros en el domicilio del Mayordomo para recorrer las calles del pueblo y después dirigirse a la ermita, donde tuvieron lugar los actos religiosos en honor de la patrona. Declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, se mantiene prácticamente inalterable en todos sus detalles desde el primer tercio del siglo XX, unos rasgos que son muchos y muy cuidados.