Un total de 221 personas civiles, 93 de ellas mujeres, prestaron juramento o promesa ante la bandera nacional en el transcurso de un acto en el recinto ferial. El acto permitió a todos aquellos que se sienten partícipes de la defensa nacional, pero que no desean vincularse con carácter profesional a las fuerzas armadas, expresar públicamente su determinación para servir a España y su voluntad de defenderla. El acto estuvo presidido por el general jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X, comandante militar de Córdoba y Jaén, Antonio Ruiz Olmos, que estuvo acompañado por el alcalde de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo. Entre otras autoridades, también estuvo presente el subdelegado del Gobieno, Juan José Primo Jurado.

El magnífico día dio brillo al acto, que congregó, junto con los jurandos, en torno a 500 personas que quisieron presenciar el desarrollo del acontecimiento. Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje a los soldados de todos los tiempos que dieron su vida por España, en el que participaron el general Ruiz, el alcalde y dos de los jurandos.

Tras la jura, los participantes recibieron un diploma. Algunos de los participantes masculinos contaban que, aunque habían jurado bandera en su juventud, ahora volvían a hacerlo para acompañar a sus esposas; otros decían que juraban bandera porque no habían podido hacerlo en la época en la que el servicio militar era obligatorio, y algunas señoras afirmaron que cuando supieron que se iba a celebrar el acto en Pozoblanco decidieron jurar la bandera. El acto terminó con un concierto a cargo de la Unidad de Música Militar de Futer y de la Banda de Guerra Brimz X.