Montilla incrementó el pasado 13 de enero su nómina de vecinos ilustres con la incorporación como Hija Adoptiva de la ciudad de María del Carmen Jiménez-Alfaro y Salas, condesa de Prado Castellano. El castillo de El Gran Capitán acogió el acto protocolario en el que la Corporación municipal formalizó el acuerdo plenario alcanzado por unanimidad de todos los grupos el 13 de diciembre, a instancias del Consejo Asesor de Patrimonio Histórico. Ante varios centenares de personas que abarrotaron el salón de actos del antiguo alhorí, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, hizo entrega del diploma y de la medalla que acreditan este reconocimiento a «una persona entrañable, culta, agradecida y generosa, que se vincula con nuestra ciudad no solo por las múltiples aportaciones que realiza a colectivos y asociaciones montillanas sino, sobre todo, por la intención con que hace todas esta aportaciones, que es la de colaborar al engrandecimiento de las mismas».

Nacida el 4 de diciembre de 1935 en Sevilla, por vía materna es nieta del médico, académico y político montillano José Salas y Vaca (1877-1933), de ahí que desde su infancia haya estado muy vinculada a Montilla, especialmente desde que su madre, Magdalena Salas y García de Zúñiga, heredó la finca La Retamosa, que ha frecuentado habitualmente.

El alcalde de Montilla recordó que la condesa de Prado Castellano respondió en 1998 de manera generosa a la petición que en aquel momento le cursó el Ayuntamiento para tratar de facilitar la construcción del actual hospital comarcal, cediendo más de 64.000 metros cuadrados de la finca La Retamosa para que la Junta de Andalucía pudiera edificar el centro hospitalario.