El paso del tiempo hace que las cosas cambien. No son ni mejores ni peores, solo diferentes. Hubo un tiempo en Pozoblanco donde el deporte era un espectáculo. A mediados de los 90, el Pozoblanco era campeón de liga en Tercera División, el balonmano lograba estar en la mejor liga del mundo, la Asobal y en baloncesto se ascendía a Liga EBA. Se cosecharon logros insospechados. Un auge del deporte de competición que, al día de hoy, parece irrepetible.

El deporte era una máquina de generar ilusiones. Balonmano y baloncesto aglutinaban un público especialmente joven que conectaba con unas expectativas grandes de tocar techo. Las canchas registraban unas entradas de público impresionantes para ver los partidos de balonmano y basket. El fútbol también tenía sus 800 personas cada domingo. El deporte tenía un lugar de privilegio en una población de por entonces 16.000 habitantes que estaba dentro de la élite del deporte provincial, regional e incluso como en el balonmano de la nacional.

La gente iba al campo a ver espectáculo. Pero todo cambió. Como en toda España, se pasó de ser aficionado a deportista. Algunos se compraron una bicicleta para aprovechando los fines de semana para hacer kilómetros. Otros empezaron a jugar al tenis. También los había que iban al Cabeza Oliva para disfrutar del magnífico campo de golf pozoalbense y luego mucho después llegó el running. En los últimos años está última actividad ha crecido a un ritmo vertiginoso. La gente no va a ver deporte, lo hace a su manera.

Dejaron de ser deportistas pasivos para ser deportistas activos. Y todo cambió. Eso unido a que la gente le tira el fútbol de los grandes y en la televisión. Todos tenían dos equipos, el Pozoblanco y el otro (Real Madrid o Barça o Atlético de Madrid). Ahora son de los dos aunque ven en televisión a su segundo equipo. Su primer equipo, el de su localidad lo siguen por la radio.

El panorama, dos décadas después, es que el fútbol está en una categoría por debajo de la Tercera, el balonmano está en una División que nada tiene que ver con la de otro tiempo y no hay equipo ya senior de baloncesto, quien ha apostado por la cantera como su razón de ser. El que milita en una categoría más alta es el fútbol sala que está en Tercera.

El deporte ha cambiado en su manera de entenderlo. Hace años que lo hizo. Vemos cómo la gente no acude a los espectáculos deportivos. Solo en la base donde padres y amigos van a ver a su niño o niña en concreto. Es otra manera de ver el deporte donde la gente utiliza las buenas instalaciones deportivas.