Miles de visitantes, "este año con cifra récord", según el Ayuntamiento, debido al puente y al buen tiempo, recorrieron en la noche del sábado 2 y madrugada del domingo 3 de mayo las 16 cruces interiores y exteriores que vistieron este año las mujeres cruceras noriegas. En la Noche de la Velá, las expresiones de quienes por vez primera se encontraban con estas cruces blancas que deslumbraban en mitad de la noche con la iluminación instalada era de asombro por su belleza y de reconocimiento por el trabajo de estas mujeres que, año tras año, y siguiendo la tradición de las más mayores se han venido reuniendo en casas todas las tardes desde finales de febrero para compartir el café y los dulces con las tijeras, los pegamentos, las telas, los papeles y los materiales reciclados para diseñar, cada grupo para su cruz, unos adornos que las revisten de auténticas obras de arte efímeras, aunque ya no tanto pues dos de ellas vestidas en el Museo Etnográfico y de la Cruz, que por primera vez abría sus puertas el sábado, permanecerán allí todo el año.

Hasta las 5.00 horas de la madrugada hubo que esperar para conocer el veredicto del jurado, formado por las propias cruceras y personas externas. Al final, en cruces exteriores se proclamó ganadora la de San Pedro, situada delante de la ermita del mismo nombre y que contaba con la peculiaridad de que para su adorno se habían empleado cientos de envases de yogur que habían ido guardando durante año y medio y también bolsas de plástico con las que habían elaborado las flores. La cruz de San Pedro obtuvo 82 puntos, seguida de la de Chaparral con 76 y la de Cantarranas con 75. En interiores, el primer premio fue para la de la calle Rastro, 20 con 48 puntos, quedando la de Doctor Benítez con 46 puntos segunda.