Serena Williams fue multada con 17.000 dólares por los organizadores del Abierto de EEUU por cometer tres violaciones del código de conducta durante el segundo set de la final femenina que perdió frente a la japonesa Naomi Osaka por 6--2 y 6--4.

Williams fue sancionada por el juez de silla, el portugués Carlos Ramos, por recibir ayuda desde el palco de su entrenador, Patrick Mouratoglou, romper la raqueta contra el suelo y abuso verbal al acusarlo de «ladrón».

Williams, que en la rueda de prensa posterior al partido dijo que las sanciones fueron «sexistas», recibió un premio de 1.850.000 dólares por llegar a la final del torneo.