La luna llena de febrero de 1944 debía iluminar los montes alpinos. Los republicanos españoles, muchos de ellos aragoneses, estaban en vela esperando, como el maná, la llegada de armamento que los aviones fletados por Winston Churchill les enviaba desde Inglaterra. En aquella época, como ahora, parte del camino del ascenso al Plateau des Glières (a 35 kilómetros al noroeste de Annecy) estaba sin asfaltar. Entonces, a diferencia de ahora, los tiempos presagiaban guerra y muerte. Había que liberar a Francia de la opresión nazi y del régimen colaboracionista del mariscal Pétain.

En julio, la paz del Plateau des Glières, y su monumento que recuerda la lucha de la Resistencia contra los alemanes, solo la romperán los aficionados al ciclismo que se aglutinarán en la primera gran subida del Tour 2018, que será presentado hoy en París. Ayer, France Presse desveló uno de los secretos mejor guardados por los organizadores de la ronda francesa. Los Alpes, que precederán a los Pirineos en la próxima edición de la prueba, debutarán con una ascensión inédita, concretamente al Plateau des Glières, una subida de 6 kilómetros, que esconde nada menos que 2.000 metros de pista forestal sin asfaltar con porcentajes que alcanzan el 11%. Por ahí, camino del Grand Bornand, pasarán los corredores del Tour, el martes 17 de julio del 2018.

Un monumento en forma de uve rota conmemora en la cima el valor y la entrega de todos los que defendieron los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad en aquel rincón alpino. José Ramón Villanueva Herrero recordó en un artículo publicado el 20 de febrero en El Periódico de Aragón la entrega y el valor de los combatientes republicanos, al menos 56, todos ellos integrantes de la Compañía Ebro, que tras recoger las armas británicas defendieron el Plateau des Glières de los nazis y lucharon frente a la 15ª División Alpina de la Wehrmacht.

Cayeron derrotados el 26 de marzo de 1944. Hubo 175 muertos y 46 prisioneros. El Tour brindará de esta manera su homenaje a los héroes republicanos.