La piloto catalana Laia Sanz se recupera este jueves de una fuerte caída que sufrió en la víspera, durante la undécima etapa del Dakar, que le dejó la espalda y el cuello doloridos y una mano inflamada.

"Ayer no fue un día fácil. Me tocó salir detrás de coches y camiones. Estaba muy peligroso. Comí polvo de un camión durante un buen rato y me la jugué mucho para adelantarlo", relató Sanz.

La catalana manifestó su satisfacción de que la duodécima etapa, que se debía correr este jueves entre Chilecito y San Juan (Argentina), haya sido cancelada para las motos y quads, ante la negativa de los pilotos a salir después de los coches y camiones.

Tras esta caída, Sanz indicó que su único objetivo ahora mismo es terminar nuevamente el Dakar en Córdoba (Argentina) e "intentar salvar las dos etapas que quedan para acabar entera" el rally.