Los franceses pueden estar muy pero que muy felices porque desde este miércoles han confirmado que el heredero de Alejandro Valverde es uno de los suyos. Es Julian Alaphilippe, 12 años menor que el corredor murciano, a quien ha batido en el sádico muro de Huy, el habitual destino final de la Flecha Valona.

Desde el 2011 han sido españoles los ganadoras en esta cota belga, una cuesta adonde la gente peregrina, con capillitas a lo largo de la subida. Igor Astarloa, Purito Rodríguez (también cuando llegó el Tour), Dani Moreno y, sobre todo, Valverde que buscaba un sexto triunfo, el que habría sido quinto consecutivo. Pero el bravo corredor francés, el ciclista del pelotón mundial que mejor se adapta después de Valverde a este tipo de llegadas, cortas y explosivas, con punta de velocidad en pelotones de pocas unidades, no le permitió al murciano volver a levantar los brazos a una semana de cumplir los 38 años.

Para cualquier otro corredor el segundo puesto habría sido una derrota. Sin embargo, para Valverde la posición no hace más que volver a certificar que siempre está allí, peleando por la victoria, cerca del éxito. Y, claro está, aunque el ciclista se llame Valverde en alguna ocasión deben vencerlo --jamás derrotarlo.

La segunda posición ha llegado en una Flecha muy complicada pues una fuga de Vincenzo Nibali hizo temer que Valverde no pudiera pelear por la victoria. Se ha producido en una carrera en la que se ha visto a Mikel Landa trabajando como ayudante de Valverde y sobre todo ha certificado que el ciclista murciano se encuentra en una posición ventajosa para aspirar el domingo a lo más importante en esta semana de clásicas por las Ardenas. El domingo vuelve a ser el favorito para ganar la Lieja-Bastoña-Lieja e igualar el récord de cinco victorias en la decana de las clásicas que ostenta, no podía ser otro, Eddy Merckx.