Debut en Liga con triunfo ante el Cádiz Gades (68-55) que permite al Deza Maristas comenzar la competición en la zona noble de la tabla.

Debutaban ante su público las chicas del Deza Maristas con el mismo rival que les endosó la última derrota en la temporada pasada.

Con muchas caras nuevas en ambos equipos, cada escuadra intentaba llevar el partido a su terreno viéndose en los dos conjuntos muchos detalles aún por pulir, normal por el momento de competición en el que nos encontramos.

Las colegialas, tras unos primeros minutos de tanteo, tomaban la iniciativa en el marcador con su dominio en ambas pinturas y ritmo de partido impuesto y con una protagonista principal, María Castro, que ponía su talento ofensivo al servicio del grupo, una situación que se mantuvo hasta el pitido final, finalizando el primer cuarto con una ventaja interesante de nueve puntos (21-12).

Las rotaciones no cesaban en las maristeñas y con nuevas protagonistas sobre la pista no bajaban el pistón, castigando los puntos débiles del rival, que ni con su cambio defensivo paraban el ritmo anotador cervantino, ampliando la ventaja al descanso (38-24).

Las gaditanas se parapetaban atrás con su presión y defensa zonal, lo que hacía que las colegialas no terminaran de coger el mejor ritmo para ellas, mientras Castro seguía a lo suyo poniendo mucha calidad a sus acciones y con su canasta final dejaba el electrónico con un (55-39), tras triple sobre la bocina visitante.

Se llegaba al último cuarto y el comienzo era esperanzador para las maristeñas, que tomaban la veintena de puntos de diferencia 59-39 minuto 4, 64-43 minuto 6, pero cierta relajación, pérdidas continuas de balón y mala toma de decisiones hizo que recibieran un parcial de 10-0 que ilusionaba al conjunto de Cordal, aunque un par de canastas de las cervantinas dieron al traste con las pocas esperanzas de victoria gaditanas, concluyendo el choque (68-55) y otorgando la primera victoria colegial en Liga.

Destacar por las chicas del Deza Maristas una inconmensurable María Castro que con 28 puntos y muchos intangibles llevó el peso de su equipo a sus espaldas.

Y toque de atención para las fuensantinas, los partidos duran 40' y la tensión y concentración no se puede perder hasta el último segundo y no es la primera vez que ocurre.