Vaya por delante que no poseo ningún bar, cafetería o restaurante ni tengo relación alguna, familiar o de otro tipo, con el gremio de hostelería. Tampoco me mueve ningún interés, directo o indirecto, en ese tipo de negocios, por lo que mi opinión nunca podrá ser tenida como oportunista o interesada.

Hecha esta salvedad, me pronunciaré sobre la polémica ciudadana que se ha originado en torno a los veladores en la vía pública y la instalación de toldos y cierres laterales. Para mí esos artilugios son obstáculos menores para el peatón y fácilmente soslayables, no entorpecen y tienen más ventajas que inconvenientes, en primer lugar, favorecen la expansión y animan, en gran medida, los atardeceres de las zonas donde están instalados y además, crean puestos de trabajo tan necesarios en los actuales momentos, por tanto las quejas de la Federación de Peñas Al-Zahara y del colectivo A Pata y su amenaza de recurrir al fiscal me parecen exageradas, desproporcionadas y fuera de lugar.

Vamos a ser claros y a dejarnos de andar con subterfugios. A quienes realmente entorpecen los veladores y la instalación de cierres o toldos son a los émulos de Bahamontes o Indurain, cada día más numerosos en las calles de la ciudad que han tomado sus acerados como verdaderos circuitos sin el menor respeto ni consideración para el peatón al que llegado el caso insultan o amenazan, sin la menor consideración.

Yo les digo a nuestros munícipes que si no hay ordenanzas para regular el uso de la bicicleta en el casco urbano que se creen, con carácter prioritario, y por supuesto que se prohíba de forma terminante su circulación por los acerados y por las zonas peatonales; procediéndose con los reincidentes a la incautación de la bicicleta, si con su contumacia diesen lugar a ello.

Si son necesarios más carriles-bicis que se hagan, pero que también se cree una matrícula especial para bicicletas y se les exija a sus propietarios un seguro de responsabilidad civil, porque las bicicletas pueden matar o colocarte en una silla de ruedas para toda la vida. Los veladores y los cierres laterales, desde luego que no. Esa es la diferencia.

Alfonso Gómez López

Abogado

Córdoba