¡Aquellos años!... Casi chiquillas. Casi chiquillos. Después de un examen o del trabajo, decíamos «¿Vamos de Patios?»... Las ganas de fiesta y la ilusión nos podían. En mayo, recién salida de un examen vital, la ilusión era ir al Alcázar Viejo, a San Basilio. Hacer colas. Visitar el arco de San Bartolomé. Aquel patio propio de tantas postales en la calle San Basilio. Ir a la calle Postrera, ir a la calle Enmedio. Entre sevillanas, ilusión, flora, amoríos, transcurrieron aquellos años, finales de los setenta, principios de los ochenta y algunos de los noventa. Y después ¡Qué algarabía! En el patio de la Asociación, todo era fiesta y color. No creo que haya una noche mejor que aquellas, después de los exámenes de mayo en las que íbamos de Patios. Y en nuestra canciones, aquellos recuerdos «Quisiera ser pañuelo... para tu llanto...». Memorias imborrables para todos aquellos que mentábamos... «Esta noche,... vamos de patios».

Hoy, afortunada e igualmente añorable, todos los cordobeses celebramos nuestro merecido Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Mas evocamos aquellas noches y aquellas tardes de ir de patios... ¿Cómo no recordar las andanzas y correrías en San Basilio, en San Lorenzo, en Costanilla? ¿Cómo no querer bailar una sevillana en el patio de la Asociación?... Quizá sea tarde para ello. Quizá aquellas noches y madrugadas de magia conforman nuestras vidas... Quizá volvamos a pensar «Cualquiera tiempo pasado fuera mejor». Hoy es 2017.

Pero gracias por nombrarnos Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es muy peliagudo este concepto. Debemos reflexionar. Porque en el mismo se halla la esencia propia de nuestra Córdoba, de nuestros ancestros... Y de aquellos nuestros años de... «¿Vamos hoy de Patios?»...

A la memoria de todos los cordobeses, por hacer posible nuestra manera de vivir.

María Dolores Gómez Zafra

Córdoba