El ministro belga de Agricultura, Denis Ducarme, culpa a su colega holandés, Martijn Van Dam, por el tiempo transcurrido sin que se comunicara la alerta alimentaria por los millones de huevos contaminados con pesticida distribuidos en varios países de la Unión Europea. Sea en Holanda, sea en Bélgica, lo cierto es que ambas administraciones permitieron que se extendiera el problema.